ADIOS AL CIRCO

El circo mantiene la magia con las luces prendidas y la música generalmente pringosa de su banda. La vida atrás de las lonas no luce tantos encantos. Pero así y todo puede llegar a ser la última alternativa de futuro para chicos que terminan la primaria y además deben elegir el trapecio, palear la boñiga, hacerle restallar el látigo en las costillas a fieras siempre con hambre o repartir volantes. Además, elegir como vida compartir lo cotidiano con gentes que normalmente han hecho de sus defectos físicos la única materia de atracción puede llegar a tener un ruteo aventurero. La punta del drama asoma cuando ese futuro infantil hacia la adolescencia es la única alternativa. No una opción, sino la única oportunidad. Y es en este andarivel donde los tres protagonistas encajan sus perspectivas y encontrarán, sin pretenderlo, encontrar que la venganza puede ser el trampolín para pasar directamente de la niñez a la madurez sin estaciones intermedias.