¿Acaso la heroica caida del muro de Berlín dejó un espacio de incertidumbres que fueron llenadas con imposturas y maquillajes lingüísticos? Visto desde la vida diaria de un individuo que va y viene en su rutina de lograr tener una vida exista una alegoría de aquella nacion, de aquel mundo presuntamente seccionado en dos bandos. Y a ellos se les surtió con un bagaje de metamorfosis del lenguaje con vistas "esclarecer" un mundo inverosímil.
Y luego una noche, un momento de ausencia a orillas del mar o un exabrupto de insomnio puede lograr que sintamos la deriva y la división de los seres en un enredo de polución emocional, expresion del presente. Y ahí podemos ver, desenredar y escribir historias donde la alegoría del muro de Berlin nos hace concientes que quizá debamos resolver ese tema de ser una vulgar metáfora de un monton de hierro y cemento presente en las relaciones humanas.