Sinopsis:
Nunca me había imaginado que esto que ahora me está pasando, siquiera existiera en un cuento de esos que las madres leen a sus niños pequeños para dormirlos. Era irreal, fantástico, impensable e imposible.
¿Pero que podía decir yo al respecto, sencillamente nada. Si lo hiciera sería una total hipócrita…
Merlía Juergens cuando comenzó todo, era una chica común, de catorce años de edad. Tenía una vida monótona y aburrida hasta que un día, en contra de su voluntad, su familia se muda a Sanctus un pequeño pueblo sin gracia, en el que vivía su madre, ya fallecida, en su infancia y adolescencia.
Allí su existencia cambiará para siempre al encontrar un signo muy extraño en la pared de su habitación. Más tarde descubre que es un portal hacia un mundo paralelo al que conocía, uno en donde existe la magia, lleno de todo tipo de inimaginables criaturas y de reinos fantásticos. Y no sólo eso, sino que ahí también hallará a la persona que marcará su destino: Gregory Lunam, un Lunae de dieciocho años el cual controla a una de la fases de la luna, Cuarto creciente… Pero, hay algo que ensombrece al mundo mágico, un pasado que persigue y atormenta a Gregory y, que también, lo hará con Merlía.
Ella se verá enfrentada por el amor de Greg, con quien menos espera… su madre.