La familia Lexington siempre habían sido una familia feliz, aunque faltaba algo para completar su felicidad, un hijo. Tenían todo el dinero del mundo, menos la felicidad de un niño. Al pasar el tiempo, tuvieron uno, el cuál llamaron Marcus Seymour Lexington Fleming. Sus vidas habían cambiado para siempre. Pero, Marcus comenzó a tener problemas de salud, al parecer, las personas decían siempre algo diferente. Hasta que llamaron a dos de los mejores médicos del país y descubren que Marcus no tiene cualquier enfermedad. Cada vez que cierra los ojos se teletransporta a otro mundo, en el cuál hay una mujer misteriosa. Marcus no puede dejar que aquella mujer se le acerque porque si se le acerca, entrará en nuestro mundo.