Común es a todos el pensar

He aquí mi punto de inicio: «el pensar como experiencia». Pero, ¿qué clase de experiencia es esta? A bote pronto me atrevo a decir que es una experiencia llena de trampas y errores que conduce a suposiciones como la de que «lo mismo es νοεῖν y ser» (Parménides, B.3). Empiezo este camino, por expresarlo de algún modo, sospechando que el pensar es una oscura experiencia. Por tanto, tengo que intentar iluminarla de alguna manera, pues, si no lo hago, ¿entonces cómo puedo afirmar que esto o aquello es verdad? Y es que el pensar es la actividad que hace posible el no-ocultamiento (ἀληθεια), o sea, la verdad, por lo que si no tengo claro qué es el pensar, ¿cómo puedo confiar en la verdad?