Con motivo del día de la poesía, hemos preparado este listado para nuestro blog con cinco poetas argentinas con una obra interesante a la que vale la pena darle una oportunidad. Encontrarás también algunas muestras de su trabajo y enlaces en los que podrás saber algo más sobre de ellas.
María Negroni
Nació en Rosario en 1951 y es Licenciada en Literatura Latinoamericana. Actualmente reside en New York, donde trabaja dictando clases en la Universidad. Se distingue de otras poetas argentinas por su interés en la literatura gótica y recientemente ha publicado una colección de ensayos donde analiza diversas obras de autores conocidos. Ha publicado numerosos libros de ensayos y poesía y recibido numerosos premios. Te compartimos un fragmento de El espejo del alma.
Como el alma que canta por sí misma
en su limpia casa de cristal
Hermann Broch
Tuve que viajar a Nevada para verte. Una gran planicie rodeaba la casa
donde me esperabas con una túnica blanca, más alta que de costumbre.
Presentí que la casa existía en la memoria, cosa que confirmaste atrave-
sando con tu brazo el hielo que suplantaba ahora a las paredes. Acos-
tumbrada a esconderme en las palabras, quise darte una carta. Esa carta
hablaba de las diferencias del río: lo que fue, lo que es, lo que será. Pero
vos eras el río y la imagen del río, visto desde la altura (quiero decir,
la furia misma). Me miraste, morada de ternura, bajo el color inconstante
de la niebla. Terminé por tratar de pinchar la carta a tu plumaje pero te
negaste, afable, como quien aprecia el esfuerzo de simular lo imposible.
El pico tembló ligeramente. Me dejaste a merced de la felicidad, contem-
plándote, ahora que eras un enorme pájaro blanco.
Paulina Vinderman
Además de poeta es traductora argentina nació en Buenos aires en 1944. Es una de las poetas argentinas más importantes de la escena contemporánea. Colaboró con Nina Anghelidis en la
traducción al castellano de «Votos por Odiseo», de la poeta griega Iulita Iliopulo y tradujo al castellano a John Oliver Simon. Ha obtenido importantes galardones entre los que se destacan, la Faja de Honor de la SADE en 1988, el Tercer Premio de la Municipalidad de Buenos Aires en 1989, el Primer Premio Municipal Ciudad de Buenos Aires en 2003. Te compartimos un fragmento de Escalera de incendio.
Escalera de incendio
Me asomo a la ventana como todas las tardes
para escribirte.
Este cielo es tan pálido que da miedo mirarlo
(y de los jacarandáes con el abuelo basta.)
Sé que estoy viva, es decir
camino calles y Veo el trabajo del azar
en la arboleda.
Nada resplandece en los papeles que rondo,
el muchacho de la batería toca de seis a siete
mientras su madre visita amigas
con alguna receta para dejar de amar.
En todo caso la soledad es la que resplandece
y a veces la sequía,
quiero ver al infinito revolotear
en esa torpe batería:
una señal, la traición de una señal, la ficción
de una señal.
Nada es seguro, ya ni siquiera me desvelo
por una palabra para hacerle feliz.
Susana Villalba
Ha publicado seis libros de poesía y participado en numerosas antologías. En el 2011 se hizo acreedora a la Beca Guggenheim para la Creación con el proyecto El animal humano. Como dramaturga ha escrito y dirigido numerosas obras de teatro. Obtuvo la Mención de Honor del Fondo Nacional de las Artes. Es asesora artística de la Casa de la Lectura y es docente de la Universidad Nacional de las Artes. Colabora como periodista y crítica teatral en la Revista Ñ de Clarín. Te compartimos un fragmento de «El árbol».
El árbol
siento el mundo
como una diferencia
alrededor
no conocí más que ser
árbol
como a una rama del sol
me pulsa el fuego
pero también estoy
en los pájaros
amanece cuando cantan
la luz como una forma
de la felicidad
son suaves
sueltos
son
un modo de no estar
donde están
como las formas van
y vienen
como dios
soy la memoria
de lo que no perdí
pero debo encontrar
desbordo
sin poder ir detrás
de lo que ofrezco
me adorno hasta parecer
una navidad
es la fiesta de comer
y beber de mí
éste es mi cuerpo
lo que me pasa
es el mundo
voraz como una plaga
veloz como el verano
el universo se alejaba
del universo
me arrojó
como un ancla
a ningún fondo
soy el hueso
del viento
(…)
Mercedes Roffé
Mercedes Roffé es una de las poetas argentinas actuales de mayor reconocimiento internacional. Sus libros han sido publicados en España y Latinoamérica. Su poemario La ópera fantasma (Madrid/México, Vaso Roto, 2012) fue elegido uno de los mejores libros del año. Recibió las becas John Simon Guggenheim (2001) y Civitella Ranieri (2012). Desde 1995 vive en la ciudad de Nueva York. Te compartimos un fragmento de Linternas Flotantes.
XI.
¿El amor será al cuerpo
lo que la contemplación al alma?
¿Ese sosiego?
¿Esa intuición
del todo en el instante?
¿Ese relámpago en el que
lo real se revela
acorde con su eco?
¿La suspensión fugaz
que presiente todo,
y todo lo comprehende?
¿Será aquel hiato en el fluir del tiempo
el único hogar y patria verdadera?
Hogar y patria:
Llamo así al poseerse,
al mirarse y verse reflejado
en un agua
confiable y serena.
Cuerpo de luz
Cuerpo de bien
Hiperbólico pétalo bogando
entre una y otra ribera.
¿Y si no son dos las riberas?
¿Si todo es uno?
¿Si no son dos ni uno
sino un glisando de espejos
hacia y desde la luz —o el fango?
Cada estación con su afanoso demiurgo
más confundido que cruel
obnubilado, hundido
en el exceso
de un reino que ignora y que lo ignora.
Regente, príncipe y niño —todo a un tiempo,
todo a destiempo.
¿Y si no fuera todo más
que un viaje
por las edades congeladas de ese príncipe
hacia la luz —o el fango?
Marina Mariasch
Es docente universitaria, activista de género, integrante del colectivo Ni Una Menos. Autora de ¿El futuro es feminista? (Capital Intelectual – El Diplo) junto con Mercedes D`Alessandro y Florencia Angiletta. Integra el equipo de Latfem noticia y ha colaborado con RevEn prosa, Rolling Stone, Página12, Clarín y otros medios y Revista Anfibia. En 2014 Blatt & Ríos publicó sus poemas reunidos bajo el título de Paz o amor. Ha tenido programas de tv y columnas de radio, sobre arte y cultura. Te compartimos de noche, con plata.
de noche, con plata
En qué playa nos dejará este oleaje incesante.
Qué pasó cuando bailamos, coordinados
los troncos para un lado y para el otro
de la pista, oponiéndose
esquivos como imanes dados vuelta.
La atmósfera cargada de tensión económica y sexual
Y del campo magnético entre nos salió
música, algo realmente abstracto
se generaba y bifurcaba, qué pasaba. Fantasía y fuga.
Los pasos iban saliendo bien, incluso bruscos.
Y en la idiotez afectiva un reflector
nos iluminaba sólo a nosotros, en el medio
de la cara, no se veía nada. La cara pálida era un augurio
de la matemática posterior de la semana.
¿En manos de quién están los hilos del tiempo?
En la voz que se usa con los chicos
nos acordamos de las primeras cosas
que tocamos, nos manteníamos
dentro del círculo de luz y si la música formara palabras
le habría dado nombre a un hijo. Aunque no hablamos:
nos separaba una barrera de sonido, cada pisada retumbaba
en todas mis posesiones a una velocidad que nunca fue tuya.
El silencio era moral, el precavido de los borrachos y tontos.
Vibrábamos como locos -pero disimulados.
Eran aproximaciones, igual a no decir nada. Vos no eras el inventor
de mis triunfos ni yo el de todos
tus fracasos. Sin riesgo no había gimnasia, buscábamos
conocimiento, nos dejábamos arrastrar
por el cordón del perro. Todo delirio
tiene un núcleo de verdad apagada. Y apagamos el incendio
con un hacha.
Esta selección de poetas argentinas es una pequeña muestra de un género muy vasto que cuenta con cientos de exponentes que no son tan conocidos, ¿Te gustaría añadir alguien a la lista? Cuéntanos en los comentarios.