Tucumán es actualmente el territorio más densamente poblado del país, con una importante producción agrícola y una ciudad capital posicionada entre las cinco principales del país. En parte, estos logros se consiguieron en detrimento de la naturaleza que hizo famosa a la provincia en el pasado, sacrificando sus bosques, selvas, y parte de su biodiversidad, proceso este que se podría haber evitado con un poco de planificación y organización.
Aquel viejo Jardín del Edén que deslumbró a los viajeros, ya no existe. El paraíso natural que fue, ya no volverá. Pero quedaron los trabajos y descripciones de quienes conocieron y estudiaron aquella naturaleza legendaria.
El objetivo del presente libro es describir el antiguo paisaje natural que caracterizó a Tucumán en el pasado y recordar a aquellos pioneros: cronistas, naturalistas y viajeros que nos han legado la información que puede ayudarnos a comprender lo que tuvimos, lo que hemos perdido, y qué cosas debemos corregir si pretendemos conservar el patrimonio natural restante.