La que se puso a morir en la vereda

Ese mar y sus dos hijos, son lo que Romina más ama de un mundo que se reduce solo a ese pueblo, donde busca su espacio, pero termina sucumbiendo ante el poder local. Su vida toma un giro que nunca imaginó, obligándola a lo peor. Su padre, olvidable, y el concejal, se enmarcan dentro de una realidad que subsume a la protagonista en la desesperación. Angustiada, no identifica su origen y ese sitio se apodera de su destino. Hasta que una noche impensada el milagro se produce, y se siente a un paso de la libertad. Miguelo llega al pueblo donde inesperadamente y contrario a lo planificado, deberá pasar dos noches solo. Fuerte. Hay, sin dudas, una narrativa potente en la expresión que nos obliga a terminar cada capítulo y sumergirnos en el siguiente, acompañando los protagonistas hasta un final impensado, con una letra de construcción innovadora. Un derroche de ficción y realidad que no puede dejar de leerse. El autor hace querible a los personajes sometiéndolos a las presiones sociales de la vida actual, y al apasionamiento. "La que se puso a morir en la vereda, es la primera novela testimonial de Yayo H. El primer logro se visualiza en solo 50 páginas en las que se aborda una realidad social y vigente, en ascenso, con una escritura profunda y clara, y una construcción de prosa creativa y renovada. Podríamos clasificar el presente trabajo, además, como Novela Breve, un género que no abunda  ¿Hasta dónde mujeres como Romina pueden cambiar, incluso decidiéndolo La solidaridad de Miguelo, así como su conducta dual, de la que no puede desprenderse ningún hombre ante la belleza femenina, seducido, apasionado, y al mismo tiempo consciente y responsable, de mundos diferentes ambos, completan un cuadro que alimenta un conflicto con un desenlace inigualable y consolidado, sin des involucrase de la desigualdad de género. Un llamamiento ético y demandante, a la política y la sociedad. Para recomendar.