EL INTERVENCIONISTA

Obedeciendo a la máxima: "que todo cambie para que nada cambie" o "más de lo mismo", la mudanza atropelló a cinco personas unidas no solo por el trabajo, sino también por una cualidad inusitada que los torna únicos y excepcionales. La oficina funcionó bien hasta el instante en que los vientos del cambio soplaron fuerte en los oídos de los accionistas. A fin de provocar los mejores resultados del emprendimiento, buscan el profesional más cualificado para, en un pase de mágica, transformar funcionarios en colaboradores y el grupo de trabajo en equipo de alta performance.

El aniquilador de paradigmas presiente que sus teorías pueden ser colocadas en práctica en este laboratorio experimental, lo que lo eleva a la condición de semi dios terreno, provocando diversas reacciones favorables y desfavorables en el ambiente laboral. Repleto de malabarismos de mudanza se dedica a cumplir la finalidad para la cual fue contratado, contando tanto con la desconfianza de los colaboradores, como con la aceptación ilimitada de los mismos. Cosas propias del cambio, diría Ulises, el héroe helénico y mentor de los mortales.

¿Conseguirá realizar su audaz propuesta en los términos acordados ¿Transformará orugas en mariposas, al igual que la naturaleza lo ejecuta en armonía y perfección ¿Aplicará el principio de la ecuanimidad en sus decisiones, como todo dios mitológico lo haría

Un retrato irónico del mercado de trabajo, condicionado por modismos cada vez más frecuentes y cada vez menos consistentes.