Relatos con mascarilla

El 23 de abril de 2020 se celebraba, como cada año, el Día Internacional del Libro e IMBUK Ediciones festejaba también su primer aniversario. Sin embargo, este año no fue como cualquier otro: una contingencia sanitaria sin precedentes mantenía a gran parte del planeta enfundado en medidas higiénicas y confinados en sus casas. Un escenario que considerábamos propio de cine apocalíptico, e impensable en sociedades con nuestro desarrollo médico, tecnológico y científico, se hacía realidad para desconcierto de muchos y suspicacia de otros. Sin embargo, desde el 31 de diciembre de 2019 en que se anunció la liberación de un patógeno en China, supuestamente tan contagioso como mortal, todo cambió para siempre. El 3 de marzo se anuncia el primer caso en Chile y el 25 de marzo ya había una tercera parte del mundo en cuarentena.

Había que hacer algo. Algo que canalizara y dejara constancia de las emociones provocadas por tal evento histórico. Así fue como surgió la idea del concurso. A la fecha en que finalizó el certamen que resultó en este libro, el 6 de junio, -y también a la fecha de su publicación, en octubre- los chilenos seguíamos parcialmente encerrados, teletrabajando, suspendidos indeterminadamente, despedidos de nuestras empresas, o bien, tratando de reinventarnos laboralmente mientras lidiábamos con desafíos domésticos inéditos para la mayoría. La convivencia permanente con familiares con quienes uno creía llevarse bien, se demostró inviable en esta ausencia de tregua. Y la imposibilidad de visitar amistades, pololos, amantes o, sobre todo, a nuestros ancianos, se volvió otro gran desafío al corazón. Eran tan imprevistos los trastornos provocados por la crisis, que se hacían necesarias formas de encauzarlos que sirviesen de catarsis. Eso es lo que este concurso provocó: una verdadera alquimia creativa que tratamos de orientar a la resiliencia, invitando a explorar su lado positivo. Por eso pedimos evitar seis palabras: virus, coronavirus, covid, pandemia, epidemia y enfermedad. Una simbólica censura que estimuló la búsqueda de metáforas y sinónimos, o bien, enfocarse en aspectos más amables de la situación. La idea se aprovechó para compartir, además, la mirada personal de los geniales 8 ilustradores que colaboran en esta obra.

Les presentamos, en fin, un libro que inmortaliza la creatividad de 104 prometedores escritores de distintas edades (entre 17 y 76 años) y nacionalidades (Chile, Colombia, Venezuela, EEUU, Argentina y España), residentes en Chile. Ellos supieron plasmar afinadamente, en un máximo de 500 palabras, esta argamasa de emociones, desvaríos, inquietudes, paradojas, desconciertos y surrealistas situaciones que suscitaron aquellos interminables meses tras una mascarilla.