Esta web, cuyo responsable es Bubok Publishing, s.l., utiliza cookies (pequeños archivos de información que se guardan en su navegador), tanto propias como de terceros, para el funcionamiento de la web (necesarias), analíticas (análisis anónimo de su navegación en el sitio web) y de redes sociales (para que pueda interactuar con ellas). Puede consultar nuestra política de cookies. Puede aceptar las cookies, rechazarlas, configurarlas o ver más información pulsando en el botón correspondiente.
AceptarRechazarConfiguración y más información

Arrieros


Los arrieros fueron personajes muy representativos, fueron el eje motor que movía la economía de los pueblos y regiones que visitaron, dando auge y apoyo real a los mineros, comerciantes, agricultores, y de gran utilidad a la población común para cualquier correspondencia e información.

Los arrieros, montados en briosos caballos, que viajaban silenciosos, por el cansancio de haber atravesado llanuras, lomas, desiertos, mesetas, y frígidas cordilleras, en medio de incesante nevada, ingresaban en los pueblos, anunciados por el tañido de los cencerros que pendía del pescuezo de la acémila guía, que encabezaba la recua de mulas y asnos arreados por recios, alegres e intrépidos peones.

Quienes a su vez, eran rudos criollos o fuertes mestizos, provenientes de las pampas argentinas, y estos con inigualable destreza y astucia protegían sus mercaderías a punta de bala, por aquellos caminos hechos entre quebradas y peligros, expuestos a salteadores y bandidos, pero el objetivo era cumplir con la entrega, era lo que los hacía famosos.

Los arrieros para descansar, se alojaban en los tambos y hospederías de los pueblos por donde pasaban, en las peluquerías y barberías se acicalaban, para luego dirigirse a comer y beber en las cantinas o lugares de recreo, donde hacían correr el dinero como si fuera agua que se les escapa entre los dedos, bailaban al compás de modernas vitrolas de la época, cantaban al ritmo alegre de las guitarras y mandolinas, que arrancaban recuerdos de lejanos pueblos europeos, argentinos o bolivianos; las letras de hermosas melodías, los hacía añorar el amor que allá en la lejanía los esperaba, denotando debilidad y ansiedad en su temperamento humano, pero a la vez demostraban fuerza, celo y preocupación en los hechos.

Con la llegada de los arrieros, los locales anunciaban novedades europeas o asiáticas, que en barcos llegaban a América y desembarcados en el Callao, Arica, Ilo o Buenos Aires eran transportados a lomo de bestia por los diestros arrieros, que atravesaban sin temor alguno los arenales, desde el mar hasta el otro lado de los andes, aprovechando sus momentos de descanso pagaban con tintineantes y sonorosas monedas de oro y plata, que movían el comercio que genera el desarrollo de los pueblos, mientras los peones y capataces daban descanso al cuerpo y al alma, las recuas eran preparadas en las herrerías para emprender nuevo viaje.

Los arrieros muy orgullosos de sus hazañas, se paseaban siempre a lomo de bestia, y por los poblados que transitaron movieron riquezas incalculables, ya que no sólo transportaban, sino que también compraban con dinero en efectivo, que luego los comerciantes celosamente guardaban en lugares secretos de sus propiedades, para que la riqueza no cayera en manos de piratas o bandidos amigos de lo ajeno.

Al pasar el tiempo, con los años y los siglos, con la llegada de la modernidad, al derrumbar las antiguas casas quintas ubicadas en los alrededores de la ciudad, los albañiles encargados de la obra han encontrado “tapados” junto a huesos humanos, que correspondían al peón que hizo el hoyo para asegurar y acomodar el tesoro en el fondo del hueco, luego el patrón para evitar que el peón le hurte o delatase el lugar de ubicación de la fortuna, con la muerte lo “silenciaba” y sepultaba, dejándolo como si fuese el guardián del tesoro escondido, así de seguros eran los antiguos patrones, irónicamente, de igual forma los arrieros, cuando se le morían algunas bestias cargadas de dinero en el camino, ya sea por accidente o asalto, como no podía sobrecargar a las otras cansadas bestias, en el camino lo enterraban bajo la misma modalidad, tesoros que hasta la fecha esperan ser liberados por algún errante caminante.

Los arrieros algunas veces morían cruzando los inmensos desiertos interminables, que semejantes a gastadas y opacas alfombras viejas, requemadas por los candentes solares, hospitalaria, acogía los restos del intrépido viajero; por esos lugares los imperturbables arrieros, con los labios secos marchaban mordiendo el polvo del desierto árido, quienes desde el puerto iban y venían hasta detrás de las altas cordilleras cerca de la selva, siempre sobre sus monturas, expuestos al espejismo de la sepulcral distancia, apurando el paso de las recuas, antes que el bendito sol, sangrando se esconda en el poniente, para ir a morir en el lejano horizonte; viajando de sol a sol, los arrieros partían con el amanecer y descansaban con la oscuridad de la noche.

 

“Los caminos son de todos, pero la puna y el desierto sin huellas, son para los caminantes”.

 

PANTALEÓN COAYLA VILCA

...[Leer más]
Gratis
Cantidad
+
Añadir a la cesta
Descargar
También puedes:
Comprarlo en Colombia Comprarlo en México Comprarlo en España

Paga como quieras

Tarjeta de crédito
Paypal
detalles del producto:
  • Editor: Renzo Alberto Taco Coayla
  • Autor: Pantaleón Coayla Vilca
  • Estado: A la venta en Bubok
  • N° de páginas: 299
  • Última actualización: 01/10/2023
  • ISBN eBook en PDF: 978-612-00-6545-7
No existen comentarios sobre este libro Regístrate para comentar sobre este libro
Los clientes que compraron este libro también compraron

La librería Bubok cuenta con más de 70.000 títulos publicados. ¿Todavía no encuentras el tuyo? Aquí te presentamos algunas lecturas recomendadas basándonos en las valoraciones de lectores que compraron este mismo libro.
¿No es lo que buscabas? Descubre toda nuestra selección en la librería: ebooks, publicaciones en papel, de descarga gratuita, de temáticas especializadas... ¡Feliz lectura!

Bubok es una editorial que brinda a cualquier autor las herramientas y servicios necesarios para editar sus obras, publicarlas y venderlas en más de siete países, tanto en formato digital como en papel, con tiradas a partir de un solo ejemplar. Los acuerdos de Bubok permiten vender este catálogo en cientos de plataformas digitales y librerías físicas.
Si quieres descubrir las posibilidades de edición y publicación para tu libro, ponte en contacto con nosotros a través de este formulario y comenzaremos a dar forma a tu proyecto.