Don Cojito de la Mencha y otros relatos cortos
napoleonmariona

Los saberes transmitidos oralmente por miles de años y guarecidos en las líneas del «libro de los mayas», se muestran con claridad a la generación esclarecida, los hombres y mujeres que en el siglo actual han logrado la conciencia suficiente para entender que es posible
tener sin quitar,
atesorar sin esconder;
y que es necesario, para la salud del cuerpo, ocuparse del espíritu.
El conocimiento recogido en el Popol Vuh nos revela buenas prácticas ambientales y humanas a través de la mirada de mi Carmencita, principal de la etnia nonualca —habitante del actual territorio de El Salvador desde tiempos inmemoriales—, quien también fue mi amada madre.
A ella prometí comunicar su interpretación del Popol Vuh para dar luz a la misión humana de lograr un mundo sostenible para nuestra propia vida, destacando el papel de Mesoamérica y los mesoamericanos espirituales en un proceso que inició en las montañas del Himalaya y que no debería tener término.
En estos relatos del Popol Vuh, ya desde el principio comienzo a observar una gran similitud con el Libro del Génesis, el primer libro de la Biblia hebrea y del Antiguo Testamento Cristiano. Este comienza relatando la creación del mundo y la historia temprana de la humanidad, continuando con la revelación de Dios, o de varios Dioses, y la alianza con ellos, para culminar con una serie de normas y consejos morales, imprescindibles para facilitar y fomentar la convivencia en sociedad.