STOP SOP

como esposo, me siento orgulloso del gran recorrido que ha llevado a cabo Georgina en estos últimos meses, asumiéndose, con total

responsabilidad, como vocera para otras mujeres que tienen el Síndrome de Ovarios Poliquísticos. Poco a poco he visto esa transformación en ella de querer ayudar, de querer transmitir un mensaje, de llevar alegría a cada una de ustedes. Quizás en estos momentos estás pensando ¿qué puede aportar un hombre al proceso de una mujer con Síndrome de Ovarios Poliquísticos? Les cuento que la pareja es un pilar fundamental en cada paso que damos, así como la familia y amigos, todos suman. Existe una gran conexión con las emociones en todo este proceso, se sienten más sensibles, viven en un “sube y baja” constante que hay que saber manejar con paciencia pero, sobre todo, con amor. La autoestima de una mujer con SOP puede sentirse lastimada, por esto, sus seres queridos juegan un papel valioso para poder ayudarla a salir de ese laberinto, donde siente que su mundo se le viene encima. No fue fácil aquella consulta médica donde el doctor nos dijo: “Se les va a hacer difícil tener bebés”. “Ella no está ovulando”. “Vayan reuniendo para un tratamiento de fertilidad”. “El SOP será el enemigo de ustedes”. Ese día salimos del consultorio sin ánimos, ella por el piso, sintiendo que su deseo de ser mamá estaba más lejos. Sin embargo, Georgina, con una dulzura increíble, pero también con ese espíritu de salir adelante que la caracteriza, estuvo noche tras noche investigando, leyendo y, con mucha valentía, me dijo que