¿De qué color son las lágrimas cuando los ojos no perciben en su mundo más que un único color? ¿Cómo logra una mujer mantener ocultos sus sentimientos y normalizar, en su día a día, sucesos que están fuera de toda justificación? ¿Qué extraña barrera, de falsa autoprotección, es capaz de inmovilizar psíquica y físicamente a una persona hasta anular por completo su capacidad de reacción? Estas y otras preguntas se dan cita en esta novela, cuya trama, basada en hechos reales, comienza con una escena que abre un gran interrogante que solo se despeja al terminar. Una trama que se inicia en lo cotidiano, para llevarnos, in crescendo, hasta el abismo del horror, y en la que cada respuesta es apenas una pequeña grieta de luz que, a modo de lento drenaje de la herida, conduce a su protagonista hasta la puerta de la superación.